La evolución que han tenido en la última década los indicadores específicos de bienestar entre estas poblaciones indígenas es el tema de este importante libro. El estudio afirma tener cuatro preguntas rectoras, verbigracia:
1. ¿En la última década ¿han aumentado o disminuido los índices de pobreza entre las poblaciones indígenas? ¿Cuáles son los principales factores determinantes de las tendencias observadas? ¿Cómo se compara esta evolución con los cambios observados en los índices de pobreza del resto de la población?
2. En el caso de los grupos indígenas y no indígenas ¿han mejorado durante este período los principales indicadores del capital humano (resultados en educación y salud)? ¿Que factores explican estas tendencias?
3. ¿Cómo ha variado el rendimiento al capital humano entre las poblaciones indígenas y no indígenas? ¿Cómo se explican las diferencias en materia de ingresos laborales?
4. ¿Que diferencias en materia de acceder a los principales programas sociales y de reducción de la pobreza existen entre las poblaciones indígenas y no indígenas?
El estudio analiza la evidencia disponible en Bolivia, Ecuador, Guatemala, México y Perú, los países que representan la mayor proporción de población indígena en la región. Las cuatro preguntas anteriores observan la evolución “relativa” de indicadores específicos con objeto de identificar brechas o diferentes tendencias entre las poblaciones indígenas y no indígenas