Introducción: El fenómeno de la informalidad laboral ha cobrado gran relevancia en México como resultado del aumento en la proporción de trabajadores no inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), los cuales representan una mayoría dentro de la población económicamente activa (PEA). Acorde con cifras recientes capturadas por la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), alrededor de 60% de los trabajadores en México laboran fuera del sector formal, el cual tradicionalmente asegura acceso a servicios de salud y beneficios pensionarios, entre otros derechos.1 Aunque se han dado revisiones recientes respecto a la metodología de estimación del tamaño del sector informal, la percepción general es que la mayoría de los trabajadores en el país opera bajo esas condiciones, estando aun fuera de alcance un punto de inflexión en la dinámica del fenómeno. El interés principal del presente estudio no es el de la medición de la informalidad en México, sino el análisis de los principales determinantes de su tendencia reciente.