El modelo de financiamiento y provisión de cuidados a la salud de Canadá es reconocido internacionalmente por su sistema de cobertura universal, pagador único, y de primer dólar para servicios médicos y hospitalarios. Por varias décadas, luego de su establecimiento, a finales de los cincuenta y sesenta, este modelo proporcionó financiamiento público con recursos provenientes de la base fiscal general (como en el Reino Unido), en niveles de generosidad, relativo al PIB, como los de Europa Continental, manteniendo un sistema de provisión de servicios, basado en la práctica médica de cobro por servicio, independiente de los hospitales sin ánimo de lucro (como ha sido históricamente el sistema de Estados Unidos). Ésta es una importante combinación de cualidades y parecía que durante un tiempo Canadá había encontrado un modelo que fue extraordinariamente popular entre el público y apoyado también por los proveedores.