Partiendo de definiciones aparentemente modestas, la misión de la OIT se amplificó para abordar el conjunto de problemas ligados no solamente al empleo de los trabajadores, sino también a su formación profesional, a sus responsabilidades familiares y a su condición después de la vida activa, en una serie ordenada y no interrumpida de trabajos que contribuyeron a redefinir los derechos del hombre en un concepto moderno más conforme a su papel y a sus aspiraciones en la sociedad contemporánea. En este texto se destacan los convenios internacionales en los que se ha propiciado proyectar las condiciones del bienestar del hombre en el desarrollo de la justicia social.