El sistema previsional en Argentina ha sufrido importantes cambios en las últimas décadas, desde la reforma estructural en los años noventa hasta su posterior reestatización y ampliación de la cobertura en los años 2000. A pesar de su madurez, el sistema no ha logrado alinear claramente sus objetivos con el diseño de los distintos esquemas de prestaciones que lo componen y su financiamiento. Este artículo busca revisitar algunos de los temas críticos que se vinculan con la organización del sistema, la persistencia en la fragmentación y estratificación en sus distintos componentes contributivos y no contributivos, y la sostenibilidad en su financiamiento. Finalmente, se proponen algunas orientaciones para posibles reformas.(AU)