La planificación general debe entenderse —según el Instituto Latinoamericano de Planificación—, como un vehículo de auténtica expresión de las necesidades y aspiraciones de transformación y Progreso de América Latina, enriqueciéndola con elementos de la problemática del desarrollo. La capitalización interna, el uso de los recursos y el vasto potencial de desarrollo de los países, la integración económica, y el logro de elevadas metas de bienestar y empleo, como resultado directo y normal del funcionamiento del sistema económico.(AU)