En este texto se hace referencia a una doble solución al problema de proporcionar protección, merced al mantenimiento de los ingresos, contra los riesgos de la pérdida de ingresos que pocas familias pueden afrontar totalmente por sus propios medios: la pérdida de ingresos que se produce cuando el jefe de familia queda desempleado, llega a una edad avanzada, se ve forzado a jubilarse prematuramente a causa de invalidez total o bien fallece. En donde la doble solución del problema consta, en primer lugar, de los regímenes de seguro social que se costean mediante las cotizaciones de la población trabajadora y/o de los empleadores, regímenes que otorgan prestacionrn proporcionales al trabajo efectuado y a las ganancias, y en segundo lugar, los regímenes de asistencia pública costeados de la renta general, que proporcionan primas basadas en las necesidades de cada persona.