La introducción de la planificación de la salud, y de su complemento la elaboración de programas nacionales de salud, ha sido tal vez uno de los cambios más trascendentales que han ocurrido en el manejo de la salud pública en el curso de los últimos años. Hace apenas diez años que los primeros planes nacionales de salud fueron dados a conocer y no hace sino que 25 años más o menos que los programas de control de enfermedades reemplazaron al concepto tradicional de lucha en contra de ciertas afecciones. Al comienza, los programas fueron específicos y de carácter vertical, pero, poco a poco, se ha reconocido la necesidad de coordinarlos entre si y de incorporarlos como los elementos esenciales de la planificación de servicios generales de salud.
Los primeros planes nacionales de salud fueron formulados tomando en consideración solamente los servicios de los Ministerios de Salud y cr i sistemáticamente ignoraron el campo de la atención médica y más específicamente el de las prestaciones médicas de la seguridad social. Muy rápidamente se comprendió, sin embargo, que no era posible planificar los aspectos preferentemente preventivos de los programas de salud, que han sido tradicionalmente la responsabilidad de los Ministerios del ramo, sin planificar, al mismo tiempo, los aspectos curativos, que han estado por mucho tiempo entregados a las instituciones de seguridad social, a los organismos de asistencia social y a la iniciativa privada.(AU)