En este estudio se presentan los programas de seguridad social para las zonas rurales que, hasta 1964 se encontraban vigentes.
Considerando la información e ideas acerca de la extensión de la seguridad social, en el documento se presentan las siguientes recomendaciones:
1. El sistema de seguridad social debe adaptarse a las condiciones especiales de las zonas rurales y hay que formular y aplicar nuevas técnicas y medidas simples e ingeniosas;
2. La seguridad social debe ser parte de un plan nacional general de mejorar las condiciones de vida y trabajo en las zonas rurales. En este plan deberá estipularse la labor coordinada de todas las entidades públicas y privadas cuyos programas están relacionados con dichas regiones;
3. El plan de seguridad social debe esforzarse por servir a la población entera de una determinada zona rural aunque sus actividades iniciales incluyan sólo a grupos que puedan asimilarse más fácilmente a los programas existentes;
4. Los fondos de la seguridad social deben provenir de toda la economía, por medio de la tributación general para financiar la extensión de los servicios a las zonas rurales;
5. La seguridad social debe servir para estimular la formación de cooperativas y otras agrupaciones, promover el método de la ayuda propia y las técnicas de organización de la comunidad, y trabajar por medio de grupos para lograr la extensión de su protección a las zonas rurales.