El documento concluye que la paternidad responsable dentro de un esquema de Atención Integral a la mujer debe incluir un componente educativo de vital importancia. Destaca también, la importancia de abordar los desconocimientos o falsas creencias que condicionan las actitudes de las parejas, así como el de la educación impartida en la escuela. Por tanto, la Planificación Familiar no se limita a la mera distribución de anticonceptivos; más bien, se trata de una intervención médica que requiere planificación, evaluación e integración dentro de la atención médica integral para la mujer.