Este artículo presenta un conjunto de mediciones de los costos y beneficios reales del plan general de retiro por jubilación proporcionado a los ciudadanos por parte del Sistema Mexicano de Pensiones (SMP), que son necesarias para evaluar las decisiones de los trabajadores en cuanto a la contribución a la seguridad social (es decir, trabajar en el sector formal) y al retiro. El SMP ofrece dos planes básicos. El primero se define como un plan de beneficios disponible sólo a aquellos individuos registrados antes de julio de 1997. El segundo es un plan de contribuciones definidas y es el plan predeterminado y obligatorio para todos los trabajadores activos. En este artículo se comparan los beneficios y los costos de cada plan. Las “promesas” de la legislación original (los beneficios en un contexto no hiperinflacionario) han tenido como resultado relaciones beneficio-costo extremadamente altas, principalmente a causa del aumento de las probabilidades de supervivencia después del retiro (se usa la evaluación actuarial de 1951 para realizar la comparación). Una consecuencia es que entre los trabajadores que tienen la opción de recibir los beneficios de la ley anterior o la nueva, muy pocos elegirán la nueva en un contexto no inflacionario. Aunque históricamente la inflación ha reducido enormemente los beneficios de la ley anterior, los niveles de inflación y las bajas tasas de interés asociadas a la Gran Recesión significan que los beneficios de la vieja ley se han vuelto muy atractivos. Por la misma razón, el impuesto sobre las ganancias después de la edad de retiro obligatorio se ha elevado tanto que se espera que cualquier trabajador elegible se retire tan pronto como la ley se lo permite. Otras variables significativas para determinar los beneficios son la densidad y los tiempos de las contribuciones a lo largo de la vida de un individuo; este rasgo de la ley anterior (que aplica aproximadamente a aquellos que se retirarán hasta el año 2042, asumiendo que tengan una historia laboral de 45 años) puede promover, en las décadas por venir, un regreso a la “economía formal” de los trabajadores que están por llegar a la edad de retiro, con el propósito de recuperar el derecho a una pensión.