Las sociedades cooperativas se distinguen de otros tipos de asociaciones de ayuda mutua, principalmente, por el hecho de que son casi siempre empresas comerciales. Su motivo primordial y fundamental consiste en emprender ciertas clases de actividades comerciales, en concepto de servicio prestado a sus miembros. Sin embargo, en las mejores y más auténticas sociedades cooperativas, las que más fielmente se ajustan a sus principios primordiales, dichas actividades no son un fin en sí, sino el medio para fomentar el bienestar de los afiliados y de sus familias, y a menudo de un círculo mucho más amplio.