El proyecto de evaluación de las guías de práctica clínica (GPC) surge de un proyecto previo enfocado a la evaluación (diagnóstico de situación) y propuestas de mejora para el primer nivel de atención de los servicios estatales de salud. Deriva de una serie de estrategias que lograron constituir un proyecto sobre salud materno-infantil donde se abordan tres fases consecutivas: 1) Evaluación de la calidad formal utilizando el instrumento AGREE II. 2) Evaluación del contenido de las GPC por medio de la identificación de recomendaciones clave, 3) Evaluación del grado de cumplimiento de los indicadores y de la utilización, conocimiento y barreras percibidas para la implementación. De esta manera, se evalúa la calidad formal y se generan recomendaciones que serán trascendentales en la práctica de los profesionales de la salud.