En un contexto favorable en términos macroeconómicos, el Uruguay ha experimentado en los últimos años una reducción significativa de su tasa de informalidad laboral, entendida como el no registro a la seguridad social de los trabajadores. En este artículo se analiza en detalle dicha evolución y sus posibles explicaciones, considerando el rol de las distintas políticas implementadas en el período, y los diferenciales de ingresos entre trabajadores formales e informales.