La baja rentabilidad de los activos tradicionales (bonos y acciones, principalmente) es uno de los principales retos que enfrentan en la actualidad los sistemas de pensiones alrededor del mundo. Ante esto, la búsqueda de propuestas que contribuyan a mejorar las rentabilidades de largo plazo de los recursos previsionales, y así aumentar los montos de las pensiones resulta crucial para los sistemas privados de capitalización individual.