Los trabajadores independientes representan un porcentaje importante del total de trabajadores de América Latina. Según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo para 2016, constituyen en torno al 31% del total de trabajadores, alcanzando en algunos países cifras superiores al 40%. Por ello, su incorporación a los sistemas de pensiones es crucial, de modo que puedan recibir la misma protección durante su vejez que los trabajadores dependientes.
La evidencia justifica la obligatoriedad de cotizar a los sistemas de pensiones. A modo de ejemplo, en Chile donde aún es voluntaria su cotización, sólo el 6,6% del total de trabajadores independientes realizó aportes al sistema de pensiones en 2016. Mientras tanto, en Uruguay donde su contribución es obligatoria un 26% de los trabajadores independientes realizaron aportes al sistema previsional en 2011.