El envejecimiento demográfico en los países latinoamericanos es un fenómeno que se está desarrollando en el momento actual, lo que obliga a considerar sus efectos en diversos ámbitos que atañen a los individuos, las familias y las generaciones que las componen, las estructuras y las redes sociales que les dan apoyo, los recursos económicos y sociales que se disponen para su atención y cuidados, las condiciones de vida en general y otras facetas (CEPAL/CELADE, 2006; Garay y Montes de Oca, 2011). Todos estos dominios se relacionan de forma muy estrecha con la calidad de vida de las personas (Rojo-Pérez, Fernández-Mayoralas y Rodríguez-Rodríguez, 2015). En estudios previos se ha puesto de manifiesto que algunos aspectos de los dominios social y residencial, entre otros, conforman lo que las propias personas mayores entienden por calidad de vida (Fernández-Mayoralas y otros, 2011). Valorar estos dominios requiere de información que permita medirlos. Por consiguiente, el objetivo de este trabajo es conocer qué indicadores se necesitan y qué datos hay disponibles en México y España desde una perspectiva comparada.