Los avances científicos y las iniciativas legislativas han abierto paso a las grandes y modernas empresas farmacéuticas. El descubrimiento de curas eficaces, como la insulina y la penicilina en los años 20 y 30, no sólo fue decisivo para mejorar la salud de la población, sino que también ha creado un sector económico único. Las grandes empresas farmacéuticas se han originado principalmente en Suiza, Alemania, Italia, el Reino Unido y los Estados Unidos (Nelson, 1983). Entre las mejoras legislativas que facilitan el crecimiento de la industria se encuentran el control de calidad y seguridad, el etiquetado apropiado y la separación entre los medicamentos que requieren prescripción médica y los que no. Los avances en las ciencias relacionadas con la industria farmacéutica, como la biología molecular, llevaron a resultados fructíferos en los años 50 y 60, considerados como el comienzo de la era dorada del descubrimiento de fármacos. Se inventó y produjo un gran número
de fármacos eficaces. Entre ellos destacan los primeros anticonceptivos orales, los medicamentos para la presión arterial y el corazón, y los medicamentos psiquiátricos (inhibidores de la mao): la clorpromazina (torazina), el haloperidol, los tranquilizantes y el valium (diazepam) (Wikipedia, 2007b). En la década de 1970, el tratamiento contra el cáncer se convirtió en uno de los principales focos de atención del desarrollo de fármacos (idem). (AU)