El sindicato de empleados bancarios uruguayo (AEBU), percibió tempranamente los riesgos que implicaba el proceso de automatización para sus afiliados. AEBU puso en práctica una estrategia en defensa del empleo, así como para asegurar el financiamiento de la seguridad social del sector mediante el pago de un aporte patronal asociado a la incorporación de tecnología, al estilo de un impuesto a los robots.(AU)