A través de sus páginas, presenta un marco teórico general y caracteriza a la población objetivo de la medida, repasando también las dificultades que atraviesan estas personas que son consideradas por el mercado laboral como “grandes para trabajar, pero jóvenes para jubilarse". Se trata de mujeres de 55 a 59 años y varones de 60 a 64 años que han transcurrido la mayor parte de sus trayectorias laborales bajo las diferentes modalidades que contempla el régimen de trabajo en el sector público y/o privado, pero que en la actualidad enfrentan barreras para reinsertase al mercado de trabajo, principalmente, por cuestiones vinculadas con su edad.
Las situaciones de desempleo que se corroboran especialmente en estos grupos poblacionales, en el marco de un contexto socioeconómico crítico previo y durante la pandemia de COVID-19, dan fundamento a la necesidad de poner en marcha esta prestación transitoria que, al igual que su antecesora creada por el artículo 2° de la Ley 25.994, prevé una vigencia de dos años desde su puesta en marcha. (AU)