En el año 1995, la seguridad social en Uruguay pasó de ser un sistema de reparto a uno mixto que combina un sub-sistema de reparto y otro de capitalización individual. Además, la reforma modificó los principales parámetros del sistema público de reparto y aspectos clave de la gestión, creándose un registro de historia laboral. Desde la reforma, para retirarse del mercado de trabajo y acceder a una prestación contributiva se necesita tener un mínimo de 60 años de edad y 35 años de servicio. El presente documento busca conocer en qué medida el requisito mínimo de 35 años de servicio constituye una barrera al acceso a las prestaciones. Para ello se realizaron estimaciones del porcentaje de inscriptos en los registros de historia laboral que alcanzarían el mínimo requerido a la edad de 60 años y a los 65. De acuerdo a las estimaciones realizadas, existe un alto riesgo de que un porcentaje muy significativo de los trabajadores registrados no logre alcanzar esta exigencia. El problema es sensiblemente mayor en el sector privado que en el público y para los trabajadores de menores ingresos.