Es indiscutible y cada vez más aceptada la relación que existe entre la salud y la economía. A su vez, la importancia de esta última incide tanto en la prestación de servicios médicos como en el impacto social relacionado con el bienestar colectivo como motor de crecimiento y desarrollo, la disminución de la pobreza, el aumento de la esperanza de vida y la calidad de ésta. La Economía de la Salud es una disciplina relativamente nueva que comienza a surgir en la década de 1970, donde Kenneth Arrow sienta las bases con su conocido artículo “La incertidumbre y el análisis de bienestar de las prestaciones médicas” donde analiza las características que hacen que el mercado de servicios de salud se inserte dentro de los mercados llamados “imperfectos”. La Economía de la Salud busca ganancias en salud atendiendo a dos premisas: eficacia y eficiencia en la asignación de los recursos. (AU)