La biodiversidad y la reproducción del medioambiente no serían posibles sin la mediación de procesos organizativos los cuales, a su vez, requieren de energía. Para el ser humano en particular, la disposición y uso adecuados de energía son fundamentales para la preservación de la salud, para la realización de trabajo y para la organización social y económica. El presente artículo intenta resaltar la naturaleza organizativa de los distintos tipos de energía: física, biológica, físico-biológica, humana, organizacional y, sobre todo, mental. Se describe cómo la salud como el trabajo hacen uso de diversas fuentes energéticas tanto provenientes del ecosistema como propiamente humanas, sobre todo la energía mental, al interior de sistemas organizativos a fin de satisfacer necesidades humanas. Se concluye que la crisis del medioambiente y de la biodiversidad, afecta la esencia de la vida humana y requiere urgentemente de nuevas visiones culturales, sociales, políticas y organizativas.(AU)