Desde el trabajo de intervención social con mujeres posibles víctimas de trata se ha observado que a la hora de intentar acceder a los recursos sociosanitarios de nuestro país se topan con una barrera de burocracia y estigmas que dificultan el disfrute de sus derechos humanos y de salud. Por esto, el objetivo principal es poner de relieve esta situación de violencia institucional y evaluar el papel de la formación continua del personal sociosanitario en la efectividad de estas atenciones. Utilizando una metodología principalmente etnográfica, se introducen los perfiles de vulnerabilidad y violencia que cruzan las vidas de estas mujeres, junto con el efecto que tienen en su acceso a la salud. Para ello, se utiliza un enfoque de género y de defensa de los Derechos Humanos, que nos permite conceptualizar desde las violencias machistas, la desigualdad estructural entre los géneros y las secuelas que dejan los contextos prostitucionales en las mujeres que queremos atender. La formación continua y el papel de la mediación serán importantes de cara a atender a estas mujeres, por lo que cerramos con unas recomendaciones para la formación del personal sociosanitario que recoja estas realidades y facilite las buenas prácticas. (AU)