Este trabajo se basa en cinco relatos de vida de mujeres privadas de libertad y analiza, a través de una metodología etnográfico, los diferentes tipos de violencias estructurales que han sufrido hasta el momento de entrar a prisión. Para ello se han llevado a cabo entrevistas semidirigidas, con el objetivo de reflexionar acerca de la relación entre sufrir violencias estructurales a lo largo de la vida, y verse abocadas a delinquir, frecuentemente motivadas/empujadas por el contexto social y cultural en el que viven y, en otras, por personas de su entorno. Los resultados obtenidos reflejan que la exclusión y vulnerabilidad social, la violencia, las adicciones y la subordinación a la idea de amor romántico, han sido factores que han influido en el devenir de estas mujeres. A modo de conclusión, se ponen en valor las narrativas autobiográficas de las mujeres encarceladas, que nos muestran sus realidades como colectivo oprimido y violentado, fruto de la violencia estructural vivida tanto fuera como dentro de la prisión. (AU)