Intentar lograr un mayor respeto a la eficacia administrativa en los trámites de dependencia es crucial a la hora de garantizar una atención oportuna y adecuada a las personas que depende de los servicios y prestaciones propios del sistema de protección social. Para ello, y para evitar las grandes dilaciones en los procedimientos de resolución de grado y de concesión cualquiera de las prestaciones que mejor se adapte a su circunstancia personal, es necesario incurrir en una simplificación de los procesos administrativos y agilizar los plazos de respuesta. Más aún cuando estamos ante un colectivo tan vulnerable como son las personas en situación de dependencia. Esto implica implementar una mayor coordinación entre las diferentes entidades y organismos involucrados y hacer uso de todos los medios disponibles a nuestro alcance priorizando la atención y el bienestar de estas personas. (AU)