Sin duda, fenómenos como los de la automatización y la digitalización traen consigo elocuentes ventajas, también en el ámbito de las organizaciones productivas. Sin embargo, al mismo tiempo suponen fuentes de potenciales amenazas para la salud laboral de las personas trabajadoras. Entre ellas, corresponde llamar la atención sobre su capacidad para generar inéditos factores de riesgo psicosocial (o, al menos, para agudizar o remozar otros ya arraigados).
Para combatirlos, la disciplina preventiva ha de representar un papel primordial. En especial, las circunstancias demandan un superior protagonismo de la parcela formativa. Unas acciones de adiestramiento bien diseñadas, dirigidas y aplicadas conducirán a actividades y entornos profesionales no solo seguros, sino también saludables.
Por eso, el propósito fundamental de este estudio es el de reflexionar acerca de la relevancia adquirida por la formación en materia preventiva ante los factores de riesgo psicosocial, presentes y futuros, asociados a la contemporánea «cuarta revolución industrial». (AU)