En el Perú y en el mundo se observa gran evolución científica, tecnológica, de conocimientos, de acumulación de capitales, etc. frente a una cada vez mayor desigualdad, caída en la proporción de las remuneraciones respecto el ingreso, se eluden impuestos en paraísos fiscales, reemplazo del recurso humano por el tecnológico, etc. y se estiman pensiones generalmente pequeñas, acentuando la desigualdad, pensando que en el Perú por ejemplo, una persona de 65 años vivirá 45 años más hasta los 110 años.
Se propone mejorar la pensión, al interrelacionar los conceptos de modelo y equilibrio actuarial con la esperanza de vida al momento de adquirir derecho, logrando mayor representatividad. La edad más probable del fallecimiento la estima la esperanza de vida, definida como el número de años que en promedio aún le faltan vivir a la persona según su edad y sexo al cese o adquirir derecho, con resultados de hasta más del 25%, pues con las tablas vigentes una persona varón o mujer de 65 años vivirá más probablemente 17 ó 22 años más y no 45 años más. (AU)