A partir de datos estadísticos y resultados de estudios previos se describen y analizan tres factores: trayectoria laboral (densidad de cotización), salario y esperanza de vida, que evidencian la forma en la que el actual diseño del sistema de pensiones en México discrimina a las trabajadoras que iniciaron su vida laboral a partir del 1 de julio de 1997 (generación Afore) al colocarlas en una situación de mayor desventaja respecto a las oportunidades para gozar del derecho a un ingreso por pensiones seguro y suficiente durante la vejez. (AU)