El sistema de pensiones establecido en El Salvador desde 1998, está basado en un modelo de capitalización individual, en el que los trabajadores afiliados son propietarios de una cuenta de ahorros en la que se depositan periódicamente las cotizaciones que ellos realizan junto a los aportes de sus empleadores.

Este sistema es analizado y evaluado en este artículo, el cual luego de más de dos décadas de trayectoria muestra ciertas grietas en su funcionamiento, manifestándose preocupaciones recurrentes de parte de docentes universitarios y de educación media, como de la fuerza laboral en general del país, debido a la falta de coincidencia entre las expectativas que los cotizantes tienen respecto a los montos de pensión a recibir y los que en efecto están obteniendo, conocida como tasa de reemplazo la cual no cubre sus necesidades económicas básicas, problemática generada porcausas propias de la gestión del sistema y situaciones que van más allá del mismo régimen previsional.

Por lo que se obtuvieron opiniones respecto a la  temática, mediante la administración de cuestionarios en línea a docentes universitarios y de educación media que laboran en la ciudad de San Miguel, así mismo se entrevistó a representantes de instituciones que monitorean el desempeño del sistema de pensiones en el país, lo cual permitió identificar percepciones, críticas y proposiciones ahondando en las visiones y retos que tiene dicho sistema para ofrecer condiciones de retiro laboral dignas a sus cotizantes. (AU)