In recent years the Mexican pension system has changed significantly. In 2019 the existing means-tested social pension was made universal – covering everyone over the age of 65 – and the benefit level increased. In 2020, the main regime of the private sector was substantially reformed, increasing contribution rates for the funded defined contribution system, lowering the minimum years of contributions needed to receive an earnings-related pension, and increasing minimum pensions. This paper tries to assess the likely outcomes of those reforms, discusses design inefficiencies of the reforms and offers policy options to improve pension system design. (AU)
En los últimos años, el sistema de pensiones mexicano ha cambiado significativamente. En 2019, la pensión social vigente, sujeta a prueba de recursos, se hizo universal (cubriendo a todas las personas mayores de 65 años) y el nivel de las prestaciones aumentó. En 2020, el régimen principal del sector privado se reformó sustancialmente, aumentando las tasas de contribución para el sistema de contribución definida de capitalización, reduciendo los años mínimos de contribución necesarios para recibir una pensión relacionada con los ingresos y aumentando las pensiones mínimas. Este documento intenta evaluar los resultados probables de esas reformas, analiza las ineficiencias de diseño de las reformas y ofrece opciones de política para mejorar el diseño del sistema de pensiones. (Google translator)