Aging populations strain pension systems, prompting policymakers to introduce partial retirement schemes to incentivize workers to retire later. I study the impact of introducing partial retirement within collective bargaining agreements in Sweden’s manufacturing sector in 2013. Merging collective bargaining data with administrative records, I employ a difference-in-differences methodology to analyze the labor market trajectories of eligible and ineligible cohorts around the introduction year. The results reveal a nuanced picture: while eligible workers are more likely to work and claim pension benefits simultaneously, this comes at the expense of a 10% decline in employment rates and a SEK 50,000 reduction in labor earnings. In summary, partial retirement fails to extend working lives, thus undermining its utility as a one-size-fits-all solution to the future of pension systems. (AU)
El envejecimiento de la población ejerce presión sobre los sistemas de pensiones, lo que lleva a los responsables de las políticas a introducir planes de jubilación parcial para incentivar a los trabajadores a jubilarse más tarde. En este artículo, estudio el impacto de la introducción de la jubilación parcial en los convenios colectivos en el sector manufacturero de Suecia en 2013. Al combinar los datos de la negociación colectiva con los registros administrativos, utilizo una metodología de diferencias en diferencias para analizar las trayectorias en el mercado laboral de las cohortes elegibles y no elegibles en torno al año de introducción. Los resultados revelan un panorama matizado: si bien los trabajadores elegibles tienen más probabilidades de trabajar y solicitar beneficios de pensión simultáneamente, esto se produce a expensas de una disminución del 10% en las tasas de empleo y una reducción de 50.000 coronas suecas en los ingresos laborales. En resumen, la jubilación parcial no logra prolongar la vida laboral, lo que socava su utilidad como solución única para el futuro de los sistemas de pensiones. (Google translator)