La participación como principio operativo de la seguridad social permite la instrumentación de la política social en los diferentes subsistemas de protección social. Hasta ahora, en Venezuela, estos sistemas se han ejecutado bajo un modelo burocrático, jerárquico y técnico, en el que los procedimientos no permiten la participación de la población en las políticas de la seguridad social ni el control que tienen sobre estas. Su involucramiento en estos últimos 20 años se ha limitado a recibir subsidios, mientras que el Estado ha ido creando sistemas paralelos de protección, denominados ‘misiones’ o ‘grandes misiones’, que debilitan los sistemas como el de salud o vivienda, además del empleo y el salario. Cuando la población ejerce la participación, se gestiona un sistema de seguridad social eficaz, incluyente, con carácter equitativo y justo para la sociedad. Dicho esto, es posible desplazar la burocratización hacia un modelo democrático, descentralizado y de gobernanza, que gestione el conocimiento desde la construcción colectiva y permita la apropiación social de los principios doctrinarios de la seguridad social como cultura y modo de vida en sociedad. (AU)