Chile ha sido un caso de estudio en materia previsional. Primero, porque en el año 1981 fue el primer país en privatizar y financiarizar el sistema de pensiones, inaugurando una ola de privatizaciones alrededor del mundo. Segundo, porque ha mantenido la capitalización individual intacta por décadas, acumulando una amplia evidencia empírica sobre los impactos negativos que ha tenido dicho sistema. Hasta ahora, esta evidencia se ha centrado en consignar los bajos montos de pensión que entrega el sistema previsional. Sin ir más lejos, la principal justificación de la actual propuesta de reforma presentada por el gobierno de Gabriel Boric se ancla precisamente en los pobres resultados del sistema. (AU)