En el documento se hace una descripción de cómo ha venido evolucionando el proceso de discusión aquí en Uruguay, dónde se encuentra y cuáles son las perspectivas. En primer lugar, quizá una primera pregunta es, dentro del sistema uruguayo, si es necesaria una reforma de la seguridad social. Desde el movimiento sindical, se plantea que sí, el sistema requiere modificaciones. Cuando uno mira las tres grandes dimensiones de cualquier sistema de jubilaciones y pensiones, Uruguay presenta indicadores bastante positivos en términos de la cobertura. Más del 95 % de los adultos mayores en el país cobran algún tipo de jubilación o pensión por parte del régimen. La suficiencia o de la cuantía de las prestaciones que recibe la gente, siempre es un aspecto discutible. Uruguay tiene indicadores aceptables que muestran hasta qué punto la pobreza, que es un flagelo todavía no ha sido posible sortear, no está concentrada en los adultos mayores. En general está concentrada en la primera infancia y este es uno de los principales desafíos de la protección social en nuestro país revertir eso, pero en lo que tiene que ver con los adultos mayores la pobreza está realmente en niveles muy bajos, o sea que el sistema, dentro de todo, por lo menos cumple bien esa función de protegerlos frente a la caída de las personas por debajo de la línea de la pobreza. (AU)