El informe examina nuevas estrategias que garanticen una seguridad del ingreso a las personas mayores en los países de bajos ingresos. Los cambios en los patrones de vulnerabilidad en la vejez, así como los cambios en las fuentes de protección, son el resultado de transformaciones de carácter demográfico, social y económico. Los rápidos cambios demográficos llevarán a su límite la capacidad de los hogares de brindar apoyo a las personas mayores. Asimismo las transformaciones económicas tendrán consecuencias directas sobre los medios de subsistencia de las personas mayores. La incidencia del VIH/SIDA y de las migraciones pone de manifiesto las importantes responsabilidades y el papel que desempeñan las personas mayores en sus hogares y comunidades. En el contexto del presente informe, se pueden destacar tres desafíos importantes relacionados con la extensión de la seguridad social en los países de bajos ingresos: i) la necesidad de encontrar estrategias innovadoras para movilizar recursos; ii) la necesidad de que los regímenes de pensión no contributivos cubran una amplia variedad de riesgos, entre ellos la protección de los sobrevivientes; iii) la necesidad de integrar los sistemas contributivos y no contributivos.