En la región de Europa, el difícil entorno económico y demográfico afecta a las administraciones y a los sistemas de seguridad social de diferentes maneras. En los últimos cinco años han cambiado las perspectivas de muchos países. Los desafíos actuales incluyen el aumento de la demanda de prestaciones, en especial de protección contra el desempleo, una disminución de los ingresos en concepto de cotizaciones a raíz de la disminución de las tasas de empleo y el estancamiento de los ingresos salariales, un aumento relativo en el número de beneficiarios jóvenes y de sexo femenino y la mayor demanda de ahorros y de mejora de la eficiencia administrativa. Al mismo tiempo, persisten los desafíos financieros de largo plazo en los sistemas de atención médica y de pensiones generados por el envejecimiento de la población europea. Pese a ello, las pruebas con que cuenta la AISS sobre la evolución y las tendencias en la región sugieren que las administraciones de la seguridad social están bien posicionadas para ofrecer respuestas efectivas, dinámicas y sostenibles. Como concluye este número de Perspectivas de Política Social, la perspectiva global es de optimismo razonable de que se salvaguardará la sólida tradición de sistemas integrales y sostenibles de seguridad social en Europa.