Recently, Latin American countries have had to face the challenges of improving social inclusion and economic redistribution while consolidating democratic institutions after long periods of authoritarian regimes in many of them. Addressing pressure for social inclusion was all the more difficult, since these societies are characterized by some of the worst income disparities in the world and high degrees of labor market informality. After the 70’s, the massive explosion of social demands in the transition to democracy transformed the region into a social laboratory aiming to promote social inclusion. So, many different projects were designed and implemented in order to prevail over the main features of the stratified (Mesa-Lago, 1978) and segregated (Filgueira C.; Filgueira F., 2002) Latin-American pattern of social policies. This has been the recent challenge for these societies, requiring the development of new values, institutions and policy designs. However, the movement to universalize social rights took off in a juncture of macroeconomic adjustment and pressure to reduce public spending, engendering new social policies designs with the double aim of universalizing coverage and targeting the poor. The main dilemma of public policy decision-makers has been how to increase pluralism and competition without increasing inequality in the system of social protection.
Recientemente, los países latinoamericanos han tenido que enfrentar los desafíos de mejorar la inclusión social y la redistribución económica, durante el proceso de consolidación de las instituciones democráticas después de largos períodos de regímenes autoritarios en muchos de ellos. Dirigiéndose a la presión para la inclusión social era aún más difícil, ya que estas sociedades se caracterizan por unos de los ingresos más dispares en el mundo y un alto grado de informalidad del mercado de trabajo. Después de la década de los 70, la explosión masiva de demandas sociales en la transición a la democracia transformó la región en un laboratorio social con el objetivo de promover la inclusión social. Por lo tanto, muchos proyectos diferentes fueron diseñadas e implementadas con el fin de prevalecer sobre las principales características de la estratificación (Mesa-Lago, 1978) y segregados (Filgueira C .; Filgueira F., 2002) patrón latinoamericano de las políticas sociales. Este ha sido el reciente reto para estas sociedades, que requiere el desarrollo de nuevos valores, instituciones y diseños de políticas. Sin embargo, el movimiento para universalizar los derechos sociales despegó en una coyuntura de ajuste y la presión para reducir el gasto público macroeconómica, engendrando nuevos diseños de políticas sociales con el doble objetivo de la universalización de la cobertura y la focalización de los pobres. El principal dilema de quienes toman las decisiones de política pública ha sido la forma de aumentar el pluralismo y la competencia sin aumentar la desigualdad en el sistema de protección social.