La conformación de bloques regionales de comercio, el proceso de integración a diferentes niveles, ha sido desde los inicios de la década anterior la vía para lograr mayor competitividad a nivel regional y dar posible solución a problemas de tipo económico en diversas regiones del planeta.
Ejemplo de lo anterior tenemos a tres grandes bloques económicos que son: La Unión Europea, El Tratado de Libre Comercio entre Canadá, Estados Unidos y México y, La Cuenca del Pacífico. Estos procesos de integración imponen nuevos desafíos económicos y sociales a los países en desarrollo, principalmente a los latinoamericanos y caribeños, pues esa gran maduración de los bloques económicos mundiales ha provocado que estos países profundicen su integración buscando un reaconnodo de su posición para lograr mayores niveles de modernización e inserción competitiva en la nueva economía mundial, como resulta de ser el caso del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y La Comunidad Caribeña (CARICOM).