La Informática constituye, hoy por hoy, no sólo un poderosísimo medio auxiliar para la extensión y desarrollo de la Seguridad Social, sino el medio idóneo por excelencia, capaz de proporcionar a la gestión el carácter desburocratizador y desmasificador que está reclamando, mediante la descentralización o desconcentración de sus estructuras administrativas y sanitarias de forma que los centros de decisión se acerquen cada vez más a los interesados, favorecer la humanización de las relaciones con empresas y beneficiarios en una organización donde prive, sobre el número, la atención personal y sensibilizada, y proporcionar el conocimiento exacto y actual de las situaciones personales protegibles y de los medios disponibles para su protección.
La Informática contribuye poderosamente, asimismo, al estudio de los resultados de la gestión, facilita a la Gerencia información valiosa en orden a la planificación de las acciones, y a la adopción de medidas correctoras de las desviaciones que puedan producirse, y mantiene permanentemente la gestión bajo control.
La informática, en fin, permite extender y desarrollar la Seguridad Social a limites hasta ahora no concebidos, precisamente por falta de medios idóneos para ello.