La aplicación de la informática en la administración general y especificamente en el sector de la seguridad social no sólo se extiende cada vez más, sino que se ha convertido en una parte esencial. Las coordenadas del progreso quedan definidas por el campo conceptual que implica el uso racional de la información a través de vastos sistemas informáticos, que reconocen su origen —ya desdibujado—, en los medios electromecánicos de registración con fines exclusivamente contables. En el campo de las aplicaciones, muchas de las instituciones de seguridad social han recorrido el camino entre los equipos convencionales de tarjetas perforadas y la transmisión de información a distancia.
Sin embargo, en los sistemas de seguridad social existentes, no tiene lugar el avance tecnológico y la evolución científica a nivel de mera especulación, de ahí que el perfil de la informática ha seguido una trayectoria ascendente en el sector de la seguridad social, al influjo de factores tales como la extensión del campo de aplicación de la cobertura, la evolución de la legislación, cambios estructurales de tipo normativo y social, la conducta demográfica, y, como consecuencia de todo ello, el notable incremento de las cargas administrativas.
La Informática contribuye poderosamente, asimismo, al estudio de los resultados de la gestión, facilita a la Gerencia información valiosa en orden a la planificación de las acciones, y a la adopción de medidas correctoras de las desviaciones que puedan producirse, y mantiene permanentemente la gestión bajo control.
La informática, en fin, permite extender y desarrollar la Seguridad Social a limites hasta ahora no concebidos, precisamente por falta de medios idóneos para ello.