Los subsidios familiares en Italia tuvieron su origen a raíz de un contrato colectivo concluido en el mes de octubre de 1934 por la Confederación de Fabricantes y la Confederación de Obreros Industriales. Cuando el horario semanal de trabajo fué reducido de 48 a 40 horas como medio para combatir el desempleo, se estipuló en el contrato colectivo que se deberían conceder subsidios especiales a los obreros que contaran con más de un hijo menor de 14 años a su cargo. En agosto de 1936 los subsidios familiares se declararon independientes del horario semanal de 40 horas. En virtud del Decreto-ley de junio de 1937 se consideró de aplicación universal el sistema de los subsidios familiares Dichos subsidios fueron extendidos a todos los trabajadores (tanto obreros manuales como empleados a sueldo) cualquiera que fuera la categoría profesional general a que pertenecieran. En virtud de la Ley del 6 de agosto de 1948 se estableció un fondo único para las distintas categorías profesionales, para conceder subsidios familiares no solamente a los niños sino también a la esposa y padres a cargo del derechohabiente.